miércoles, 20 de julio de 2011

FERRATA DE SORROSAL


Preciosa, espectacular, impresionante... Me quedo sin calificativos para describir esta vía. Quizás por eso haya abusado más de la cuenta de poner fotos en este post: situada en Broto, a las puertas del Parque Nacional de Ordesa, ésta ha sido sin duda la mejor de las ferratas que he realizado hasta la fecha.


Agus y yo solicitamos en nuestros respectivos trabajos, un jueves libre para poder realizar con tranquilidad y sin gente esta vía. Madrugamos ansiosos de dar este paso en nuestro particular "currículum ferratero".

Para llegar a Broto, coger la A-23 hasta Nueno (a unos 20 Km pasado Huesca), continuar por la N-330 y pasado Sabiñánigo, coger el desvío hacia Biescas (N-260). Desde aquí, y tras unos cuantos kilómetros atravesando el Puerto de Cotefablo, nos presentamos en Broto.
 

                                   Broto

Nada más entrar al pueblo, divisamos la Cascada del Sorrosal que da nombre a la ferrata. Aparcamos el coche junto a una cafetería, y en tan sólo diez minutos caminando, cruzamos el río atravesando una escalera-puente que nos lleva al inicio de la vía.



Cascada del Sorrosal

Durante los meses estivales, hay que pagar para hacer la ferrata. Nosotros tenemos suerte: no hay nadie para cobrar el "impuesto revolucionario". Dicen, que más que cobrar para poder realizarla, es una manera de garantizar el mantenimiento de la vía, evitar masificaciones y de controlar que todo el que va a acceder dispone del equipo mínimo necesario para evitar accidentes. En esta ocasión, además del arnés, casco,  y el anclaje en Y con disipador, es recomendable llevar un frontal, ya que atravesaremos una cueva.

Nos colocamos el equipo admirando la cascada y felicitándonos por el día tan extraordinario que habíamos elegido. Comenzamos la ascensión por grapas y clavijas hasta el primer pozo.


El trasero del que suscribe
 

Agus y su megasupermochila

A partir de aquí y tras un tramo horizontal,  ascendemos a través de cinco largas escaleras, siempre con la cascada a nuestra derecha.



Tras la última escalera, llegamos a la entrada de la pequeña gruta que tenemos que atravesar.





Tras cruzar la cueva, llegamos al interior del cañón. Este rincón es precioso. Lo recorremos horizontalmente y atravesaremos un puente de madera, ascendiendo de nuevo a continuación hasta el origen de la cascada. Dada la estrechez de esta zona entre altas paredes que impiden que penetren directamente los rayos del sol, la constante humedad, y la piedra tan redondeada y erosionada por el agua, obligan a que prestemos especial atención a dónde y cómo pisamos para no resbalar. 









En este lugar, tomamos un tentempié y nos sentamos a disfrutar del paisaje. Aquí nos cruzamos con la única persona que vimos en toda la ferrata.

Tras el descanso, salimos a mano derecha y nos internamos en la vegetación, para recuperar altitud a través de unas grapas hasta el Balcón de Broto, desde donde obtenemos unas preciosas vistas tanto de la cascada como del pueblo.




A partir de aquí, tras recorrer un camino equipado, llegamos a un prado. Para llegar al coche, sólo tuvimos que seguir las indicaciones amarillas.



Una vez en Broto, nos sentamos en una terraza en torno a unas merecidas cervezas a comentar la ferrata y a ver las fotos que habíamos hecho.
Como se acercaba la hora de comer, y apenas habíamos probado nuestras viandas, decidimos completar el día marchándonos a comer a un entorno incomparable: el Ibón de Piedrafita.

Cogimos el coche y tras pasar Biescas, fuimos en dirección Panticosa. Desde la carretera vimos las grapas de la ferrata de Santa Elena, y estuvimos en un tris de parar y realizarla, pero después de hacer la del Sorrosal, cualquier otra nos hubiera sabido a poco. Al cabo de unos kilómetros, cogimos el desvío a Piedrafita, y dejamos el vehículo en el parking del Parque Faunístico Lacuniacha, de recomendable visita.
Un suave trekking de alrededor de hora y media nos lleva al ibón, donde dimos buena cuenta del queso y el embutido.


Ibón de Piedrafita

Tras la comida y un breve rato disfrutando del entorno, emprendimos regreso a Zaragoza a una hora prudencial, que para eso somos padres responsables...





Entradas relacionadas:


FERRATA SANTA ELENA

- LISTADO DE TODAS VÍAS FERRATAS DEL BLOG


- PROGRESION EN VIAS FERRATAS










domingo, 10 de julio de 2011

FERRATA ESPOLÓN DE LA VIRGEN


Situada en Rodellar, esta vía ferrata está en un entorno incomparable: en plena Sierra de Guara. Rodeado de canales y de escarpadas paredes, no es difícil encontrarse con barranquistas y escaladores.

Siguiendo las indicaciones del post anterior Ferrata Peñas Juntas, llegaremos hasta Bierge. A partir de aquí, continuamos por la HU-341 hasta Rodellar.


Rodellar

Considero esta ferrata como muy entretenida, de moderada dificultad, pero muy espectacular por lo expuesta que es, que se disfruta de principio a fin con sus trekking de acceso y de regreso en un privilegiado entorno.

Una vez en el pueblo, seguiremos una pista hacia el norte en dirección a la fuente del Mascún. Desde ésta, nos sale un sendero que sube lentamente hasta un mirador, y luego desciende hasta el río que cruzaremos hasta en cuatro ocasiones.
Recomiendo llevar unas chancletas, que apenas pesan ni abultan dentro de la mochila, ya que si el río viene crecido, no hay forma de cruzarlo sin mojarnos los pies.



Cruzando el Mascún



Al fondo, la oquedad en la roca con forma de delfín


La vía comienza muy vertical, que va dificultándose a medida que se va ladeando hacia la izquierda, buscando unos resaltes de la roca sumamente aéreos.


Superados éstos, la ferrata continua por el espolón que le da nombre, en una impresionante subida que te deja sobre el vacío. Las vistas desde aquí son preciosas.



Ya sólo queda un último tramo sin dificultad, que os llevará hasta la cima, junto a la ermita de la Virgen del Castillo.






El regreso se realiza por un abrupto sendero que pasa primero por Cheto, y después llega a Rodellar.
¡Una ferrata muy chula!





Entradas relacionadas:

- FERRATA PEÑAS JUNTAS

- LISTADO DE TODAS VÍAS FERRATAS DEL BLOG


- PROGRESION EN VIAS FERRATAS



domingo, 3 de julio de 2011

FERRATA PEÑAS JUNTAS


Esta mañana de domingo, me he despertado pronto. Como no tenía ningún plan, he decidido levantarme para realizar esta ferrata sólo.

Más que una ferrata, es un pequeño recorrido multi-aventura con tres puentes tibetanos y una fácil vía en un precioso entorno por Sierra de Guara.

Está situada en Bierge: Llegando a Huesca, cogemos la salida que indica "Lérida y Barbastro", a unos kilómetros nos desviamos hacia la nueva autovía y saldremos por el desvío de la A1229 de "Abiego y Alquézar". A unos 8 Km, cogemos el desvío a Abiego, y más adelante llegamos a Bierge.

Por su cercanía, sería recomendable, combinar esta ferrata con la que hay en Rodellar (unos 20 kilómetros más adelante). Se trata de la vía ferrata Espolón de la Vírgen.


Bierge

Entro en el pueblo y ya empiezo a ver indicaciones. De Bierge a la ferrata habrá unos 40 minutos andando, y aunque se puede dejar el coche más cerca, decido aparcarlo en el pueblo: es una buena manera de calentar.


El camino a la ferrata está perfectamente indicado

Comienza la ruta con un puente tibetano de 6 metros sobre el río Isuala. De ahí accedemos a la pared en el paso más expuesto y físico que nos vamos a encontrar. Tras subir una roca y volverla a bajar por su lado opuesto, continuamos por el segundo puente, éste es ya de 25 metros, y se mueve bastante al pasar. De allí pasamos directamente al tercer tibetano, de 8 metros, situado a 90º del anterior. Volvemos a tocar roca, y comienza una ferrata, que aunque muy vertical en algunos tramos, no tiene dificultad alguna por la gran cantidad de grapas que dispone.



Foto desde el primer puente, desde donde vemos el segundo y tercero



Comenzando el segundo puente tibetano



Segundo y tercer puente


Puentes vistos desde la ferrata


Ferrata