"Buen camino". Las dos únicas palabras que sabían pronunciar perfectamente en castellano las decenas de extranjeros con los que me crucé y compartí estos días en el Camino de Santiago. Eso sí, siempre pronunciadas con una sonrisa.
Y es que me decidí a volver a mis orígenes de senderista retomando este milenario trazado que recorre la península. Hacía años que no lo hacía, pero lo necesitaba. Necesitaba evadirme unos días del mundanal ruido y poder aclarar la cabeza. No hay mejor lugar para pensar, conocer a gente, practicar idiomas, enriquecerse culturalmente, y como no, hacer deporte que el Camino de Santiago. Y cada día durmiendo en un sitio. ¿Qué más se puede pedir?
Italianos, franceses, alemanes, canadienses, brasileños, coreanos, japoneses... pero también españoles. Muchos y de toda la geografía nacional. Y muy majos. Mientras escribo en este blog, ellos continúan caminando hacia Compostela, y sigo sus pasos a través de WhatsApp y el Facebook, porque se les echa de menos. Han sido muchas jornadas conviviendo casi las 24 horas del día, y eso hace que cojas cariño.
En Burgos retorné a Zaragoza. Con la cabeza un poco más clara, pero con morriña de los que dejaba atrás. Se había terminado mi tiempo.
A lo largo de los años he acumulado un Camino completo y varios centenares de kilómetros de diferentes tramos. Y se que volveré. Para mí, el objetivo de esta ruta no es llegar a los pies de la tumba del Apóstol, ni tocar el mar en el antiguo fin del mundo, Finisterre (finis terrae), sino el Camino en si.
Día de niebla. |
Cenando en Burgos con Cleo, Manolo, Patricia y Alberto. |
Desde aquí os recomiendo esta ruta. Y si puede ser, caminando mejor que en bici. Se saborea y disfruta más. Haced la prueba: recortad vuestra cara de una foto, y colocadla sobre esta imagen. ¿Os queda bien ser peregrin@?
¡Buen camino, amig@s!
Continuaras ese Camino Tomas, y lo mejor de todo......te ayudará hermano a crear tu propio camino.
ResponderEliminarMil bss.
Te quiero!!!
Seguro que sí. Y si te quieres apuntar, ya sabes...
EliminarBesos.
El camino de Santiago tiene algo que engancha. Se suelen hacer buenos amigos y te puede cambiar la forma de ver la vida. Felicidades por el blog y ¡buen camino!
ResponderEliminarSandra
Gracias por seguir el blog y por comentar, Sandra. Un saludo!
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