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domingo, 23 de febrero de 2020

COLL DE BIOUS DESDE EL PORTALET CON RAQUETAS


Nueva salida con los compañeros del Club de Montaña Aventuras Trepakabras, y mi primera "raquetada" del año. Salimos de Zaragoza en un autobús, unas 30 personas entre las que se encontraba mi hermana Pilar, que vino de propio desde Madrid para la ocasión.



La meteo anunciaba un día magnífico, así que no paramos ni a tomar un café porque se preveía una masiva afluencia de esquiadores que querían aprovechar los últimos coletazos de la temporada. Y en efecto así fue: desde Biescas prácticamente fuimos en caravana.

Tras una breve parada en Escarrilla donde alquilaron raquetas algunas personas que no pudieron hacerlo en Zaragoza, llegamos al Portalet donde nos estaba esperando Lorenzo, un guía profesional que contrató el Club.

Calzandonos las raquetas

Lorenzo explicando la ruta a seguir

Pasamos la frontera, caminamos un par de minutos por la carretera, y enseguida la abandonamos y nos pusimos las raquetas. El guía comentó la ruta que íbamos a hacer y explicó unas nociones básicas para los novatos en este deporte. 

Comenzamos a subir



Ésta es una zona bastante conocida para practicar este deporte, así que nos encontramos con varios grupos.




Se trata de una ruta bastante apta para cualquier raquetista. A nosotros nos salió al final un desnivel acumulado de 623 m. y una distancia 13,7 km. 







Desde el collado, disfrutamos de una magníficas vistas del Midi d'Ossau, Bious, Pico del Monge...




Tras un rato disfrutando de las vistas, comenzamos a descender hasta llegar a un sitio abrigado y donde nos pudiéramos sentar para comer.


Allí, nuestro guía Lorenzo aprovechó para darnos unas nociones de manejo del ARVA (Aparato de Rescate de Víctimas de Avalanchas).




De allí fuimos en un rápido descenso hasta el punto de partida. Tras recoger las mochilas y las raquetas en el autobús, nos tomamos una cerveza en un bar del Portalet antes de poner ruta hacia Zaragoza. 

Mi hermana y yo





Os dejo un enlace a la web de nuestro guía. Un profesional muy recomendable:












lunes, 22 de enero de 2018

LLANOS DEL HOSPITAL CON RAQUETAS


Primera salida con raquetas de nieve del 2018 del Club Aventuras Trepakabras y la primera "raquetada" que realizo en dos años, ya que me perdí la anterior temporada al estar  el invierno pasado trabajando en la República Checa.

Aunque el plan inicial era subir al Ibón de Estanés desde el parking de Sansanet (Francia), en el último momento se cambió ante la mala predicción meteorológica. En el Pirineo de Benasque, anunciaban una breve ventana matinal antes de cubrirse y comenzar las precipitaciones a primera hora de la tarde en forma de lluvia o nieve. El viaje es más largo, pero a mí me daba igual: ¡tenía mono de raquetas de nieve!

Los 12 con los que compartí la jornada.


A las 6:30 salimos de Zaragoza una furgoneta y un turismo que el Club alquiló para la ocasión. Fuimos 13 personas, incluida mi hermana Pilar que se desplazó desde Madrid para la ocasión.

Después de una parada en Graus para desayunar y 216 km, llegamos a Benasque. Allí, los que no tenían, pudieron alquilar raquetas y bastones. Tras un rato más en coche, llegamos al parking que está poco antes del Hospital de Benasque.


Preparando el equipo.

Caminamos por la carretera bien abrigados, hasta el inicio de la pista de esquí de fondo.


Pilar junto a las congeladas rocas de la carretera.


Una vez que tocamos nieve, nos colocamos las raquetas y Ernesto, el responsable de seguridad del Club, nos da unas nociones sobre el manejo de los ARVA (Aparato de Rescate de Víctimas de Avalanchas).




Comenzamos a "raquetear" al fin. Vamos en fila evitando estropear las huellas de los esquiadores que han pagado por usar estas pistas, tal y como nos dicen los carteles que cada dos por tres nos vamos encontrando...





Poco a poco dejamos atrás el Hospital de Benasque. Hoy en día, la palabra hospital la relacionamos con un lugar destinado a proporcionar todo tipo de asistencia médica, incluidas operaciones quirúrgicas y estancia durante la recuperación o tratamiento, pero en la Edad Media eran refugios que daban cobijo, calor y alimento a los que se aventuraban a cruzar estos duros puertos montañosos. 

Se construyó el hospital hacia el año 1200, a cargo de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalen. Ha sido frecuentado a lo largo de sus 800 años de historia por contrabandistas, peregrinos, mercaderes, viajeros, pastores y montañeros. Abandonado tras la Guerra Civil, fue reconvertido años después en este edificio hostelero que vemos hoy.

Hotel Hospital de Benasque

El grupo se fue estirando, y nos coordinamos a través de los walkies. Ernesto estaba en el grupo de cabeza, yo en el centro y Antonio (el "presi") en el de cola.






Seguimos por las pistas de la estación de esquí nórdico hasta llegar a una zona llamada Plan de l'Estañ de Abaixo, en la que cruzamos el río Ésera y subimos por la ladera norte para coger la GR.






Al cabo de un rato, llegamos a La Besurta. Allí nos reunimos y almorzamos.






La idea era que a partir de aquí, los que quisieran fueran hasta el Refugio de La Renclusa, y el resto tras una pausa más larga, regresaran y esperaran a los primeros con un café en el Hotel. Pero las previsiones se cumplieron, y comenzó a nevar con rachas de ventisca y se decidió retornar todos juntos al punto de partida.

Buscamos con el GPS la otra variante de la GR-11.5 para no volver por el mismo lado y hacer la ruta circular.









A pesar de la  nevada final, tuvimos una temperatura magnífica. No sé si es por las ganas que tenía de volver a calzarme unas raquetas de nieve, pero yo disfruté como un enano. Si llegamos a hacer el plan inicial, probablemente no hubiéramos podido salir de los vehículos...

Como siempre, lo mejor la compañía.

Un servidor, Pilar y el "presi" Antonio .

Al llegar al aparcamiento, nos quitamos el equipo y regresamos a Benasque a devolver las raquetas y bastones de alquiler. Nos fuimos a la Escuela de Montaña a tomar una cerveza y comer los bocadillos, y sobre las 5 y pico pusimos rumbo de nuevo a Zaragoza.












martes, 1 de marzo de 2016

IBÓN DE ESTANÉS CON RAQUETAS


La Federación Aragonesa de Montañismo lleva ya diez años promoviendo el Día del Raquetista, que pretende reunir tanto a practicantes asiduos a esta modalidad invernal, como a los que quieran acercarse a ella. Este año, el organizador de este evento es el Club Pirineista Mayencos de Jaca, que cumple el 60 aniversario de su fundación y organizan diversas actividades para su celebración, y una de ellas es precisamente el X Día del Raquetista FAM.

Detalle del buff que nos regalaron a todos los participantes.

Fernando y yo nos apuntamos para esta raquetada, y a las 7 de la mañana salíamos en uno de los dos autobuses que partieron de Zaragoza. Tras una breve parada en Huesca para recoger a mas participantes, llegamos a Villanúa. Aquí, los que no disponían de raquetas pudieron alquilarlas junto a los bastones por un precio muy económico, mientras los demás desayunábamos.


Plano de la ruta.

De nuevo en los autobuses, los organizadores nos regalaron unos buff de recuerdo, y dijeron que íbamos a la vertiente francesa del Puerto de Somport para iniciar desde allí la marcha hacia el ibón de Estanés. Se trata de una excursión de unos 9 km, con un desnivel acumulado de +450 m, que si bien es de baja dificultad en verano, con nieve se considera de media. Nos propusieron hacer tres grupos: el primero con gente experta en raquetas y buena forma física, el segundo para raquetistas ocasionales pero con experiencia, y el tercero para principiantes o con baja forma física.


Comenzando entre el bosque.

Una vez llegados al aparcamiento de Sansanet, y reunidos los 120 participantes, nos colocamos las raquetas. Le pregunto a Fernando si nos incorporamos al primer o al segundo grupo, pero éste me dice que irá en el mismo grupo en el que vayan unas chicas en las que se había fijado en Villanúa y a las que quería conocer... así que fuimos en el segundo. 






Salimos del aparcamiento, y nos internamos directamente en el bosque. La salida del mismo coincide con la muga, de modo que ya por territorio nacional, se alcanza una perfecta atalaya para admirar a nuestra izquierda la Chorrota del Aspe, que canaliza las aguas de la vertiente norte de este espectacular macizo.  





Siguiendo un poco, se llega a la confluencia con el itinerario actual del GR-11, justo a la entrada del barranco, lo que obliga a cruzarlo para atravesar un pequeño plató, y comenzar la ascensión por unas rampas con relativa dureza. El día no nos podía haber salido mejor: un cielo azul precioso, y una temperatura media de 17º, que en ocasiones y por el esfuerzo nos hizo sudar.





Posteriormente se llega a terreno más cómodo que permite presentarnos ya en un alto, el Ibón de Estanés, que luce una lámina helada en más de la mitad de su superficie. Allí nos abrigamos y esperamos a los más rezagados.


Fernando y yo en el Ibón de Estanés.
Foto de grupo de todos los participantes.

Tras la foto de "familia" comenzó del regreso. Esta vez sin grupos establecidos y cada uno a su ritmo bajamos por el mismo itinerario. El descenso se hizo grato por el barranco, pero al llegar al Puntal del Tacho y comienzo del bosque, las altas temperaturas habían transformado completamente la nieve, haciendo más dificultoso el caminar.


Fernando descansando entre sus nuevas amigas.

Terminamos la jornada con una magnífica comida en un restaurante de Villanúa, y de vuelta al bus para regresar a Zaragoza.