Entretenida y muy vertical. Así podría resumir esta vía ferrata que realicé este sábado en compañía de Floren. Es de reciente construcción y está en un estado impecable.
A las 9 de la mañana, quedamos en Torremocha de Jiloca (Teruel). Desde Zaragoza tengo 1,5 horas y Floren 2 desde Valencia. Llegamos justo a la vez, y aparcamos en la plaza del pueblo para desayunar.
La meteo anunciaba lluvias a partir de las 12, pero no sólo no cayó ni una gota, sino que tuvimos sol prácticamente todo el día. Por cierto, en esta ferrata da la sombra por las mañanas, lo cual la hace más atractiva aún para los días de calor.
La meteo anunciaba lluvias a partir de las 12, pero no sólo no cayó ni una gota, sino que tuvimos sol prácticamente todo el día. Por cierto, en esta ferrata da la sombra por las mañanas, lo cual la hace más atractiva aún para los días de calor.
Iglesia de Torremocha de Jiloca. |
Dejamos allí mi coche, y con el de Floren fuimos hasta el parking que hay previo a la ferrata. Está muy bien indicado, y la pista es apta para todo tipo de vehículos. Desde el pueblo habrá unos 7 kilómetros.
Nos colocamos el equipo, e iniciamos un trekking de una media hora hasta tocar la pared. Si hemos de poner algún pero a esta vía ferrata, es sin duda el acceso: está muy mal indicado, vamos campo a través con inclinaciones de 45º, sin saber si la ferrata está todo recto, a la derecha o a la izquierda de nuestra posición.
Al fin damos con ella. Todavía no hemos comenzado, pero hemos subido tanto con el acceso que las vistas ya valen la pena...
La ferrata tiene un recorrido de 250 metros, salvando un desnivel de 340. Está catalogada con una dificultad K-2, y cuenta con algún paso desplomado.
La vía dispone de varios escapes: un total de 8 instalaciones para rápel, de 30 metros cada uno.
La ferrata se puede dividir en tres tramos: el primero comenzamos por una placa tumbada de unos 10 metros de longitud y una placa vertical de 5 metros. Al escalar estas placas, encontramos una gran repisa con una sabina en el centro.
Desde esta repisa nos acercamos trepando por una zona escalonada hasta la base de una placa de unos 15 metros que finaliza en una pequeña repisa. A partir de aquí comienza la parte más vertical y aéreo del recorrido, en la que subimos una espectacular placa de 20 metros y otra más pequeña pero más vertical de unos 10 m. Una vez superadas estas placas, nos encontramos con un gran tronco que nos sirve de ayuda para avanzar por un pequeño diedro y así llegar a la última parte de este segundo tramo, una diagonal a izquierdas de fácil ascenso.
El tercer y último tramo comienza en una gran repisa, desde la que podemos admirar una gran extensión de paisaje de esta comarca.
Avanzamos hacia la pared para dar con una travesía hacia la derecha que finaliza en una pequeña cueva. Para salir de la cueva, encontramos un desplome que enseguida se convierte en una placa de 15 metros de altura con una pequeña repisa intermedia que nos permite descansar.
Desde aquí caminamos 5 metros por otra gran repisa y subimos por las últimas grapas de la ferrata, que nos dejan en la antecima de la Peña Palomera. Una vez aquí, ya es un paseo caminando hasta la cima.
Una vez nos hicimos la foto de cima, bajamos hasta una indicación que nos muestra una pista que nos llevará de nuevo hasta el parking tras unos 5,2 km de recorrido.
Hola Tomás.
ResponderEliminarSiempre resulta muy llamativa la figura de la Peña Palomera, cuando uno se dirige hacia Teruel, y la construcción de está ferrata, es la excusa perfecta para coronar su cima.
Recorrido que sin ser difícil, tiene varios pasos verticales muy interesantes, que además al estar en sombra, sin duda es un plus, aunque para mí el único pero que tiene es que el regreso es bastante largo.
En cuanto pueda me acercare y de paso la completaré con alguna ruta por la zona del castillo Peracense, que tampoco lo conozco, y mato dos pájaros de un tiro.
Un saludo
Te garantizo que te gustará Eduardo.
EliminarUn saludo y gracias por comentar.