sábado, 1 de marzo de 2014

CIRCULAR BOCA DEL INFIERNO


A las 8 en punto de la mañana, pasé con el coche a buscar a Agustín y Laura. Juntos nos dirigimos rumbo al Pirineo, concretamente hacia la Selva de Oza. En esta ocasión, realizamos un trekking circular de unos 10 km, a través de la Boca del Infierno y la calzada romana de Echo, salvando un desnivel de 520 m.





A la altura de Huesca tomamos el desvío hacia Pamplona. Después de desayunar y comprar el pan en Ayerbe, continuamos ruta hasta Puente la Reina de Jaca, donde Laura había quedado con cuatro amigos con los que compartiríamos la excursión.

En pocos minutos y tras las presentaciones, salimos los dos coches. Cruzamos Echo, pasamos Siresa y a los 6 kilómetros, en un desvío a la derecha de la carretera que marca Puente de Santa Ana, aparcamos los coches en una pequeña explanada (918m).

Cogemos las mochilas del maletero, y cruzamos de nuevo la carretera para iniciar el recorrido.

Nada más cruzar la carretera, nos encontramos con este desvío. Tomaremos la derecha.


Nos salió un día expectacular. A pesar que el termómetro del coche nos llegó a marcar -2ºC en Huesca, llegamos a estar en manga corta.

El camino lo iniciamos por una pista forestal con las marcas rojas y blancas de la GR 65.3.3, atravesando zonas de matorral y pinar.





A los pocos minutos, comienza el tramo de la vía romana.





Se trata de los restos de la Calzada Caesaraugusta-Beneharnum, que unía la actual Zaragoza con el Bearn francés a través del Puerto de Palo. 
En su momento fue una de las tres principales vías que atravesaban los Pirineos y mucho más tarde, se convirtió en uno de los primeros caminos usados por los peregrinos europeos que se dirigían a Santiago de Compostela, constituyendo el paso más antiguo y transitado en los siglos IX y X del Camino de Santiago.

Calzada romana


Continuamos en ascensión durante unos 40 minutos hasta llegar a una torre militar construida en época del rey Felipe II, para controlar el paso de mercancías, protección de los peregrinos frente a bandoleros, y defensa ante los ataques de los hugonotes franceses. Estamos a 1.168 m.




Según algunas fuentes se trata de la Torre de Ysil, según otras Torreón Fernando VI, pero por la zona siempre se ha conocido como Castiello Biello ó Lo Vixía. Que el lector elija el nombre que más le guste antes de que se derrumbe del todo y sea rebautizada como "escombros"...






El sendero a partir de aquí va en ligero descenso y estrechándose a través del hayedo, hasta los pies de la carretera de nuevo, junto a un refugio forestal.


Refugio forestal

Volvimos a cruzar la carretera y el río Aragón-Subordán, y atravesamos el abandonado campamento San Juan de Dios (1.065m). 


Cruzando el Aragón-Subordán


A partir de aquí, iniciamos el regreso por la Senda de los Ganchos, antiguo camino que al encontrarse alejado de la vía principal (la calzada romana) y oculta por el bosque, fue muy utilizada para el contrabando. De hecho, se denomina también Senda de los Contrabandistas.





El sendero está marcado (muy escasamente) por marcas blancas y amarillas de la PR-HU 21.


Por la Senda de los Ganchos

El recorrido vuelve a ascender hasta llegar a la máxima cota de la excursión, 1.218 m.


En el círculo rojo, el torreón por el que pasamos a la ida que ahora queda al otro lado del valle.
En el amarillo, el pabellón del campamento abandonado San Juan de Dios.


Ahora vamos descendiendo hacia el barranco de Agüerri, dejando atrás el bosque de hayas, e introduciéndonos en un pinar.



Puente sobre el barranco d´Agüerri


Una vez cruzado el puente, el recorrido va por una pista mucho más ancha, y llega hasta una zona recreativa, donde aprovechamos para comer.



Rellenando las botellas en una fuente
Ya es hora de comer...
...y de beber.


Tras el descanso, cruzamos el puente de Santa Ana, y regresamos a los coches.






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