jueves, 20 de septiembre de 2018

RUTA POR EL PUERTO DE AÍSA


Nueva salida con el club de montaña Aventuras Trepakabras. En esta ocasión, han organizado una ruta por el Puerto de Aísa a la que la que se apuntó bastante gente. 



El club alquiló dos furgonetas de 9 plazas y un turismo para la ocasión, y salimos a las 7 de la mañana rumbo a Pirineos. Tras una parada para desayunar en Castiello de Jaca, tomamos un desvío a la izquierda poco antes de llegar a Villanúa que indica Aratorés, Borau y Aísa.

Tras un buen rato de sinuosas carreteras llegamos a Aísa, y continuamos hasta el aparcamiento "La Cleta", donde dejamos los vehículos.



Una vez nos pusimos las botas (literal, no de comer...), cogimos las mochilas y nos organizamos: como el grupo es grande y se preveía que se estirase bastante, Antonio el "presi" nos repartió walkies a tres personas para estar en contacto en todo momento. A mí me tocó estar al final.

Comenzamos a caminar por la SL-HU 105. Al principio hay una fuerte pendiente de hormigón, y luego se convierte en pista. El paisaje se abre totalmente.






Estamos recorriendo el Valle de Igüer. El día es magnífico y sobran todas las capas.






Llevábamos ya 3 kilómetros caminados y, llegados al Circo de Igüer hay una indicación. Tomaríamos el desvío hacia la GR-11.1.




Para alcanzar la GR hay que subir bastante, y como el grupo se estiró hicimos una pequeña pausa para reunirnos todos y continuar.







Una vez reunidos, continuamos en dirección norte por la GR, hacia el desvío que nos llevará al Dolmen de Izagra.





Nos volvimos a reunir junto a la señal que marca el desvío, y fuimos juntos a ver el dolmen, de unos 5000 años de antigüedad.


En el desvío.

Dolmen de Izagra.

Cartel explicativo.

Comienza a nublarse...

Foto de grupo.

Volvimos a bajar hacia la GR, y continuar hasta el Ibón de Izagra, que por cierto jamás he visto con agua... Allí, algunas personas propusieron ir hasta el Collado del Bozo, desde donde divisaríamos el valle de Aragüés-Jasa, uno de los cuatro valles del Parque Natural de los Valles Occidentales y donde se encuentra al final de éste el refugio de Lizara

La meteo anunciaba lluvias a partir de las 5 de la tarde, así que si subíamos teníamos que hacerlo muy rápido para no retrasar el retorno. Yo que ya lo había hecho otras veces, propuse guiar a los que quisieran subir con la condición de hacerlo en media hora para no retrasar el horario previsto por el club.

Así que 6 personas se animaron a seguirme, aunque dos se quedaron a mitad de camino porque la subida era fuerte, y el ritmo también.


Subiendo al collado.


Collado del Bozo, en el centro. Ya estamos cerca...

No lo conseguimos en media hora, pero sí en 35 minutos. Desde allí divisamos el valle vecino y al fondo el refugio de Lizara.




En el círculo, el refugio de Lizara.


Tras una breve parada en el collado, volvimos a abajo con el resto de compañeros, e iniciamos el camino de vuelta. Esta vez continuamos por la GR hasta el valle de Rigüelo donde hay unas vistas preciosas de Punta del Sombrero y Punta Rigüelo.






De allí volvimos a tomar un sendero que nos llevaría de nuevo al aparcamiento de La Cleta, donde estaban los vehículos.






Tomamos los coches, y en una terraza de Aísa con una cerveza, comimos los que habíamos subido al collado ya que el resto lo hizo mientras esperaban en el ibón.  Y de allí, vuelta a Zaragoza.




Entradas relacionadas:
TRAVESÍA CIRCULAR POR EL PIRINEO







miércoles, 12 de septiembre de 2018

AGUJAS DE ANSAMBÉRE


He pasado noche en Villanúa en casa de Sergio, y hoy me propone hacer una andada por Francia para ver las Agujas de Ansambére. Yo no las he visto nunca y la verdad es que me apetece mucho hacer algo montañero con él, pues aunque somos buenos amigos desde hace más de 30 años, apenas habremos compartido cinco o seis salidas a la montaña.

Agujas de Ansambére.


Subimos a mi coche y tras hacer una breve parada a comprar pan, vamos a Francia atravesando el túnel de Somport. Continuamos por la N134, y tras pasar Urdós y Borce, tomamos un desvío a la izquierda que indica Lescún. Sin entrar en el pueblo, seguimos por la sinuosa y estrecha D340 hasta un parking llamado Masousa.

Nos ponemos el calzado de montaña, cogemos las mochilas y a caminar. Comenzamos por un estrecho sendero rodeado de enormes helechos...



...que dará a una ancha pista en muy buen estado por la que suben y bajan vehículos de vez en cuando.



Caminamos durante varios kilómetros hasta que se acaba la pista. Allí hay una pequeña explanada donde no cabe ni un coche más. Unos simpáticos burros se acercaban en busca de caricias.



Continuamos en la dirección que nos indica un cartel hacia Cabanes de d'Ansambe.



Hace un día magnífico y estamos sudando de lo lindo. Continuamos subiendo y ya empezamos a ver un poco de las Agujas.



El paisaje se va abriendo, y las vistas son preciosas.






En un desvío, tomamos la izquierda y nos introducimos en un bosque de hayas cuya sombra agradecemos.






Un buen rato después, el camino vuelve a abrirse y llegamos a las cabañas d'Ansabe donde divisamos ya en todo su esplendor de las Agujas de Ansambére.







A la sombra de unas rocas, almorzamos y charlamos durante un buen rato y Sergio me enseñó sobre el mapa otras actividades que se pueden realizar desde allí, pero ese día no había tiempo.



Tras el descanso volvimos sobre nuestros pasos al coche y vuelta a Villanúa donde comeríamos unos bocadillos acompañados de unas buenas cervezas...

Ha sido una gozada compartir el trekking con este magnífico amigo y montañero, que cuenta con numerosas cimas en Pirineos, el Atlas, Andes y Alpes, algunas míticas como el Cervino.



Hasta la próxima Sergio. Espero que sea muy pronto.