jueves, 2 de febrero de 2012

ANDADAS POPULARES DE ARAGÓN 2.012


La Federación Aragonesa de Montañismo se encarga de promover un gran número de modalidades deportivas, entre las que se encuentran las grandes andadas populares. Con el auge de esta actividad, la FAM decidió crear el Comité de Andadas Populares de Aragón (CAPA), contando con el empuje que darían los voluntarios de Os Andarines d´Aragón y con la incorporación de la Coordinadora de Andadas Populares de Aragón (COAPA) en su estructura, dando cobertura de este modo a todos los colectivos implicados, federados o no, con el objetivo de aunar esfuerzos y coordinar las numerosas organizaciones.

Para ello, se creó un calendario común y se editó la "Credencial del Caminante", que es una guía en la que los senderistas pueden consultar todas las marchas populares, así como la información necesaria para las inscripciones. También te registran en ella mediante un sello, las marchas a las que has acudido.

La credencial del 2.012, ya está disponible tanto en la Federación Aragonesa de Montaña, en oficinas de turismo de la DGA (Diputación General de Aragón) y en cada una de las andadas.



El calendario para este año, es el siguiente:

- 4 Febrero: IV Ruta Monegros, de 23 Km, en Nuez de Ebro (Zaragoza).

- 10 Marzo: I Ruta "Barranco de Osera", de 22 Km, en Osera de Ebro (Zaragoza).
- 11 Marzo: XXIV Marcha senderista Comunidad de Calatayud-Comuneros, de 12 y 22 Km, Calatayud (Zaragoza).
- 11 Marzo: I Ruta de la Reconquista, de 20 Km, en Montañana (Zaragoza).
- 17  Marzo: III Marcha senderista "Bajo Aragón-KALATHOS", de 5, 12 y 18 Km , Alcorisa (Teruel).
- 18 Marzo: XII Marcha senderista "Comarca del Matarraña", de 20 y 24 Km, Arens de Lledó (Teruel).
- 25 Marzo: IX Ruta senderista "Comarca Andorra-sierra de Arcos", de 13, 18 y 23 Km, en Andorra (Teruel).
- 25 Marzo: XI Andada Popular de Tauste, de 10 y 21 Km, en Sancho Abarca (Zaragoza).

- 1 Abril: III Marcha senderista de primavera del Maestrazgo, de 14 y 24 Km, en Allepuz (Teruel).
- 15 Abril: I Andada de Belmonte de Gracián, de 12, 19 y 27 Km, en Belmonte de Gracián (Zaragoza).
- 15 Abril: VI Marcha senderista "Villa de Mequinenza", de 14 y 20 Km, en Mequinenza (Zaragoza).
- 21 Abril: VI Ruta senderista de Valdejalón "Memorial Santiago Casao", de 18 y 30 Km, en La Almunia de Doña Godina (Zaragoza).
- 21 Abril: IV Marcha por "La Galliguera", de 18 y 28 Km, en Santa Eulalia de Gállego (Huesca).
- 22 Abril: VI Gayubada, de 15 y 22 Km, en Torralvilla (Zaragoza).
- 22 Abril: XI Jorgeada de Aragón, de 18, 50 y 75 Km, en Zaragoza.
- 22 Abril: II Marcha senderista de La Concordia, de 18 Km, en La Ginebrosa (Teruel).
- 29 Abril: VIII Marcha senderista de Alloza, de 13 y 22 Km, en Alloza (Teruel).

- 6 Mayo: V Travesía "Sierra de Los Ríos", de 25 Km, en Hecho (Huesca).
- 13 Mayo: III Andada al Reino del Sobrarbe, de 15 Km, en Griébal (Huesca).
- 13 Mayo: VII Calcenada de primavera-Vuelta al Moncayo, de 25 Km, en Calcena (Zaragoza).
- 19 Mayo: VIII Los castillos de la Hoya de Huesca, de 20 y 33 Km, en Bolea (Huesca).
- 26 Mayo: VI Marcha senderista "El Maestro Zapatero de Brea", de 23 Km, en Brea de Aragón (Zaragoza).

- 1 Junio: VI Marcha nocturna de Zaragoza, de 12 y 25 Km, en Zaragoza.
- 2 Junio: V Andada de Primavera "Sierra de Luesia-40 x 4000", de 27 y 42 Km, en Luesia (Zaragoza).
- 2 Junio: VIII Marcha senderista "Los Hocinos", de 25 y 32 Km, en Martín del Río (Teruel).
- 10 Junio: IV Marcha senderista del Jiloca, de 15 y 25 Km, en Torrecilla del Rebollar (Teruel).
- 16 Junio: II Ruta botánica de Bea, de 9 y 23 Km, en Bea (Teruel).
- 17 Junio: III Marcha senderista "Nocito-Norte de Guara", de 21 Km, en Nocito (Huesca).
- 17 Junio: I Marcha senderista "Comarca Campo de Cariñena", de 15 y 25 Km, en Aguarón (Zaragoza).
- 17 Junio: III Ruta del Canal, de 12 y 22 Km, en Zaragoza.
- 24 Junio: VI Redolada senderista "El Cucharón Solidario", de 10, 21 y 27 Km, en Santa Cruz del Moncayo (Zaragoza).
- 30 Junio: V Vicorada, de 15 y 30 Km, en Sediles (Zaragoza).
- 30 Junio: VI Marcha senderista "Las Calzadas", de 15 y 28 Km, en Aliaga (Teruel).

- 1 Julio: VIII Desértica de Belchite, de 20 Km, en Belchite (Zaragoza).
- 14 Julio: VIII Huechada, de 33 Km, en Magallón (Zaragoza).

- 3 Agosto: XI Calcenada-Vuelta al Moncayo, de 20, 40 y 104 Km, en Calcena (Zaragoza).

- 9 Septiembre: I Marcha senderista de Lizara, de 25 Km, en Aragües del Puerto (Huesca).
- 16 Septiembre: IX Ruta del Destierro, de 14 y 28 Km, en Ateca (Zaragoza).
- 23 Septiembre: VII Marcha senderista de Alacón, de 14 y 21 Km, en Alacón (Teruel).
- 23 Septiembre: VIII Puyada a Oturia, de 13 Km, en Sabiñánigo (Huesca).
- 23 Septiembre: II Marcha senderista "Pre-Pilar", de 5, 8 y 14 Km, en Fraga (Huesca).

- 6 Octubre: IX Redolada a Zaragoza, de 12 y 22 Km, en Zaragoza.
- 7 Octubre: XI Marcha senderista "Aragón-Sur", de 19 y 28 Km, en Teruel.
- 7 Octubre: III Ruta del Baix Matarranya-Nonasp, de 12 y 25 Km, en Nonasp (Zaragoza).
- 21 Octubre: VIII Marcha senderista de otoño "Valle de Ansó", de 7 y 15 Km, en Ansó (Huesca).
- 21 Octubre: IX Marcha senderista "Comarca del Maestrazgo", de 14 y 24 Km, en La Iglesuela del Cid (Teruel).
- 27 Octubre: VI Andada de Otoño "Sierra de Luesia", de 15 y 21 Km, en Luesia (Zaragoza).
- 28 Octubre: Día del Senderista de Aragón, en Alagón (Zaragoza).

- 11 Noviembre: XVI Marcha senderista del Mezquín, de 12, 19 y 27 Km, en La Codoñera (Teruel).
- 18 Noviembre: VII Calcenada de otoño-Vuelta al Moncayo, de 20 Km, en Calcena (Zaragoza).







lunes, 16 de enero de 2012

ENCUENTRO INTERPIRENAICO DE RAQUETAS DE NIEVE


El pasado domingo 15 de enero, tuvo lugar en Somport, el "VIII Encuentro Interpirenaico de Raquetas de Nieve". La Federación Aragonesa de Montañismo convocó en este lugar a clubes y aficionados para compartir esta jornada con nuestros vecinos franceses que, a su vez, celebran la "XI Journée Nationale de la Raquette á Neige" y la "Fête de la Raquette à Neige 2.012" en toda Francia.




Salimos dos autobuses desde Zaragoza a las 7:30 de la mañana. En esta ocasión, aparte de varios compañeros de mi club Pirineos, me acompañaron mis amigos Santi (con el que suelo hacer ferratas y otras actividades de montaña), Fernando (un astur-maño muy aficionado al ciclismo, que ahora se nos ha vuelto submarinista), y otro Santi. Este último, es un montañero experto al que conozco desde hace un montón de años, dueño de la tienda especialista en montaña Deportes Marboré, donde suelo comprar la mayoría del material, y donde por cierto, alquilamos las raquetas para esta jornada.



Santi, Fernando y yo en la pista de esquí de fondo


Tras colocarnos el equipo y tomar el cafecito de rigor, nos dividimos en cuatro grupos, cada uno de ellos guiados por un monitor de la FAM.
A pesar de no haber mucha nieve, realizamos una ruta en la que practicamos técnicas de progresión y seguridad con raquetas de nieve.
Nos hizo un día magnífico. En el primer collado nos sobraba la mitad de la ropa de abrigo.



Durante la marcha hicimos un par de paradas donde guardas del Parc National des Pyrénées nos dieron una charla sobre las características de la fauna del parque. Nos enseñaron a distinguir plumajes del urogallo, águila real, buitres... etc, así como diferentes cornamentas de los animales que pueblan estos lugares. 


Diversos objetos que nos mostraron durante la explicación.

Fernando intentando localizar algún sarrio a través de los potentes prismáticos de los guardas forestales



Más tarde, fue el turno del Pelotón de Alta Montaña de la Gendarmería de Olorón, quienes nos dieron una interesante formación sobre el rescate en casos de aludes, así como del manejo práctico del ARVA (Aparato de Rescate de Víctimas de Avalanchas), pala y sonda.


Aprendiendo a manejar el ARVA. El de azul, es un policía francés especialista en rescates de alta montaña.



Posteriormente, fueron los monitores de la FAM, los que nos enseñaron a hacer un rapel de emergencia, con un piolet enterrado en la nieve como único punto de anclaje.


Bajando en rapel de emergencia.

Ya sólo quedó tiempo para comer y tomar un rápido café, pues a las 16:00 reemprendíamos viaje a casa.

        


Entradas relacionadas:
- RAQUETAS DE NIEVE
- RAQUETADA EN PIEDRAFITA
- IBÓN DE ESTANÉS CON RAQUETAS


                                                                                                                                                                                                                              

martes, 3 de enero de 2012

ROBERT FALCON SCOTT


El presente mes de enero, se celebra el primer centenario de la llegada al Polo Sur de la expedición británica al mando del capitán de la Royal Navy Robert Falcon Scott. Nunca regresó. Falleció junto a sus hombres a escasos kilómetros de un depósito de suministros que quizás les hubiese salvado la vida. Tampoco fue el primero en llegar al Polo Sur: un mes antes, Amundsen y su expedición noruega, clavaron su bandera en el punto geográfico 90º Sur.

Durante muchísimos años fue considerado un héroe, pero desde los años 70 se han alzado voces, incluso en el Reino Unido, que han desmitificado la hazaña de Scott. Últimamente, he leído demasiados artículos (muchos de ellos a mi parecer muy poco objetivos) criticando sus aptitudes y su sentido común. Acabo de terminar de leer su diario, un texto despojado de cualquier ardid literario: la tragedia en estado puro.


En el Polo Sur. De pie de izda. a dcha: Oates, Scott y Evans. Sentados: Bowers y Wilson.

En la llamada "Carrera del Polo Sur" estaban implicadas cuatro expediciones nacionales: una alemana, otra japonesa, la inglesa y la noruega. Tras 100 años, la historia ha borrado de la memoria colectiva las expediciones alemana y japonesa, y a causa del sensacionalismo que encumbró el trágico fracaso del capitán Scott, la historia dejó en un segundo plano la victoria de Amundsen.

Huntford fue el primero en comparar las expediciones de Scott y Amundsen. En el libro de Apsley Cherry-Garrard The Worst Journey in the World (El peor viaje del mundo), publicado en 1922 (y considerado mayoritariamente como el mejor libro de viajes jamás escrito), otorgó a Amundsen el crédito de haber acertado en sus decisiones a la hora de organizar su expedición (optó por un equipo humano reducido, su habilidad para dirigir a los perros, y la pericia esquiando de todos sus hombres, por ejemplo) y por haber conseguido que todo su grupo regresara a casa sano y salvo. Sin embargo, Cherry-Garrard respetó en todo momento a Scott. Los historiadores revisionistas se distinguen por el nivel de las críticas personales con respecto al carácter de Scott, y algunos no consideran la auténtica mala suerte que sufrió la expedición.


Estatua al capitán Scott



La insistencia de Scott en utilizar ponies de Siberia en su primera expedición, para posteriormente optar porque fuesen los hombres quienes arrastraran todo el equipo hasta el Polo, en vez de utilizar trineos tirados por perros, es la principal diferencia entre ambas expediciones. Scott utilizó perros, pero sólo hasta el Glaciar Beardmore, mientras que Amundsen, un conductor de perros más experimentado, los utilizó durante todo el viaje. Tal vez su resistencia a llevar a los perros hasta más lejos se debía a que Scott admitió en una ocasión que aborrecía la idea de sacrificar a los perros para alimentar a los demás. La biografía de Fiennes sugiere que quizá Scott simplemente utilizó el método que le funcionó mejor durante la Expedición Discovery. Sin embargo, el propio Scott escribe en su diario que considera que este método, aunque más duro físicamente, era superior moralmente al de emplear perros, lo que probablemente hizo que a la hora de decidir optara por la solución menos eficiente. Sin embargo, Scott no estaba cerrado a otras posibles opciones; fue el primero en hacer intentos serios de utilizar medios motorizados, reconociendo acertadamente que este sería el futuro de los viajes a través del hielo.


Mapa de las rutas seguidas por Scott y Amundsen


Los críticos también han señalado que, a diferencia de Amundsen, Scott no buscó el asesoramiento de los indígenas de los climas árticos, los indudables expertos en la supervivencia en un clima tan adverso. Para ser precisos, estas críticas deberían dirigirse a la Royal Navy, no a Scott, quien simplemente siguió las indicaciones y consejos de sus predecesores en el Antártico y sus superiores de la Royal Navy, quienes no habían aprendido tanto de los inuit como Amundsen en Noruega o Robert Peary en los Estados Unidos. Viendo las fotos de Scott y los suyos con su vestimenta para la nieve casi se puede sentir el frío. El hecho de que Scott estuviese a punto de salvarse sugiere que un único factor podría haber marcado la diferencia; tal vez podrían haber sobrevivido si hubiesen llevado ropa de abrigo de estilo inuit, o quizá si hubiesen seguido una mejor dieta, o si hubiesen sido mejores esquiadores o si hubiesen viajado con menos peso. Ernest Shackleton, siguiendo la misma ruta que Scott y prácticamente con el mismo equipo y sistema de transporte, tuvo que abandonar la idea de alcanzar el Polo y regresar cuando estaba a pocos kilómetros de su meta, ante el riesgo para las vidas de los exploradores. Scott apostó que él triunfaría donde Shackleton fracasó, basándose únicamente en su autoconvencimiento de que él era un mejor líder para la hazaña de alcanzar el Polo Sur. Perdió la apuesta, principalmente por los defectos de los medios empleados en ambas expediciones y no tanto por una cuestión de cualidades personales o de liderazgo.


Robert Falcon Scott

A pesar de las muchas críticas de los revisionistas, la principal causa del fracaso de Scott fueron las extraordinariamente adversas condiciones meteorológicas que encontró en su viaje. Ahora se sabe que la ruta sobre el lado oeste de la Barrera de hielo de Ross (la que siguió Scott) padece un tiempo peor que la ruta más al este que usó Amundsen. Además, Scott se enfrentó a una meteorología que sólo se da una vez cada cien años, con temperaturas 20° más frías que de costumbre y con ventiscas durante varios días. Las bajas temperaturas que se encontraron en la Barrera de hielo de Ross dificultaron el deslizamiento de sus trineos; el esfuerzo que tuvieron que hacer podría compararse a empujar una bañera llena a través del desierto del Sáhara. Scott y Simpson, el meteorólogo de la expedición, estimaron que las temperaturas serían lo bastante altas como para permitir a los trineos deslizarse con facilidad. Otro efecto del frío extremo fue la escasez de combustible. Habían dejado depósitos de combustible a lo largo de la ruta, pero cuando los necesitaron se encontraron con que muchos estaban vacíos, ya que las soldaduras de los mismos habían cristalizado a causa de las bajas temperaturas.

Por otra parte, el esfuerzo de arrastrar los trineos requería la ingesta de unas 5.000 calorías diarias, y en aquella época, salvo probablemente los inuit, no se conocía la importancia de seguir una dieta muy rica en grasa. Scott llevaba una gran cantidad de carne seca (pemmican) que no era demasiado rica en grasa. La extrema pérdida de peso motivada por el esfuerzo físico redujo también la grasa corporal, y con ella el aislamiento del frío. Aunque las causas precisas de la muerte de Scott siguen siendo objeto de debate, parece que fueron la inanición, el agotamiento, el frío extremo y el escorbuto (enfermedad provocada por una alimentación deficiente en vitamina C) quienes contribuyeron a la muerte de Scott y sus hombres.


Ultimas palabras del diario de Scott:
"...ya toda esperanza debe ser abandonada. Esperaremos hasta el fin, pero nos debilitamos gradualmente;
la muerte no puede estar lejos. Es espantoso; no puedo escribir más.
R. Scott.
Por el amor de Dios, ocupaos de nuestra gente".

Otro de los motivos por lo que se ha criticado a Scott, es su falta de compañerismo, de buscar más la gloria por conquistar el Polo que mirar por sus hombres. Falso. Si algo tengo claro tras leer su diario de expedición,  es que hubiese sobrevivido si hubiese abandonado a sus hombres cuando estaban moribundos. A mediados de febrero, Evans sufre alucinaciones y desmayos constantes por su debilidad. Falleció dentro de la tienda de campaña a pesar de los cuidados a los que fue asistido por el resto del grupo. Este incidente, retrasó algunos días la vuelta de la expedición. Quince días más tarde, fue Oates el que se encontró al límite de sus fuerzas. A pesar de rogar a Scott, Wilson y Bowers que lo dejaran morir y que continuaran para salvar sus vidas, estos se negaron rotundamente. A hurtadillas, Oates salió durante la noche del 6 de marzo de la tienda y dejó voluntariamente su vida ante el frío y la ventisca para que sus compañeros pudieran seguir.

Scott también demostró una gran dedicación a la ciencia. Mientras que Amundsen se limitó a llegar al Polo y volver con vida, la expedición de Scott era eminentemente científica. Aunque se estaban muriendo, Scott y Wilson se detenían a recoger muestras geológicas, de las que portaban unos 14 kg cuando murieron. Aunque la doble motivación de la expedición comprometía el ya de por sí reducido margen de seguridad de la expedición, la ciencia era importante. Entre las muestras encontradas junto a Scott había un pedazo de hulla extraído en la Cordillera Transantártica, lo que probaba que el continente debía haber tenido un clima templado en un pasado lejano. Este descubrimiento fue de la mayor importancia para la geología, ya que añadía evidencias de peso a favor de la teoría de la Tectónica de placas. Los expedicionarios tomaron datos meteorológicos prácticamente hasta su muerte. Los distintos objetivos de ambas expediciones destacan las diferentes soluciones a los problemas y decisiones tomadas por sus respectivos líderes.


Pequeño homenaje a la expedición, colocado en el mismo sitio donde fueron encontrados
 los cadáveres de Wilson, Bowers y Scott.

Los miembros de la partida de relevo que encontró a Scott y sus compañeros seis meses después de su muerte, señalaron el punto exacto donde habían perecido mediante un montículo de nieve coronado por una cruz de basta factura; algo después, antes del regreso del Terra Nova en enero de 1913, los carpinteros del barco hicieron una gran cruz de madera donde grabaron los nombres de los fallecidos y el verso del poema Ulysses de Tennyson: "Luchar, buscar, encontrar y no rendirse jamás". Esta cruz fue colocada sobre Observation Hill, colina que domina Hut Point (donde estaba el cuartel general de Scott en cabo Evans). Scott y sus camaradas murieron en un glaciar muy próximo al mar. En la década de 1970, sir Peter Scott, el único hijo del capitán Scott, visitó tan modesto memorial. Pocos meses más tarde, los restos de Scott y sus camaradas fueron arrojados al mar.

Este es un vídeo del grupo Mecano, que homenajeó con esta magnífica canción a la expedición británica:




Os dejo también la letra de la canción. No tiene desperdicio:

18 de enero de 1912, el capitán Scott acompañado de Evans,
Wilson, Bowers y Oates, alcanza el Polo Sur. Pero fracasa en la
hazaña de ser el primero, sobre el punto de latitud 0 ondea ya
la bandera noruega del explorador Amundsen. Exhaustos y
fracasados emprenden el regreso.

16 de febrero Polo Sur
cinco ingleses por el desierto Azul
Evans va último de la fila
y colgada de su mochila
va la muerte dispuesta a demostrar
que una vez muerto
no se está mal en aquel lugar.

No hubo lápida
sí hubo plática
¡Que Dios salve a la reina!
¡Gloria eterna a los héroes
de la Antártida!

6 de marzo y Oates no puede más
son sus pies dos cuchillas de cristal
de arrastrarse en algunos tramos
tiene heladas también las manos
pero nadie le quiere abandonar
y mientras duermen
sale al paso de la eternidad.

No hubo lápida
sí hubo plática
¡Que Dios salve a la reina!

¡Gloria eterna a los héroes
de la Antártida!

30 de marzo
aquí acaba el diario
de Bowers, Wilson y Scott
"Que las ayudas que nunca nos llegaron
vayan a los que quedaron
nuestros hijos, nuestras viudas"
Como un inglés
mueren tres.

No hubo lápidas
no hubo pláticas
no hubo Dios
ni hubo reina
sólo nieves eternas
en la Antártida.

¿Quién se acuerda del Capitán Scott,
Evans, Wilson, Bowers y Oates?
¿Quién se acuerda del Capitán Scott
Evans, Wilson, Bowers y Oates?
¿Quién se acuerda del Capitán Scott?




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miércoles, 7 de diciembre de 2011

RAQUETAS DE NIEVE


Con la llegada de las primeras nieves, muchos de nosotros ya estamos deseando volver a calzarnos las raquetas para realizar trekking invernal.
Las raquetas de nieve son unos utensilios que se acoplan a las botas y sirven para desplazarse con más comodidad y rapidez sobre terreno nevado o helado, utilizándose sobre todo en la práctica del senderismo o montañismo en invierno. Distribuyen el peso de la persona sobre una superficie más grande de manera que el pie no se hunda completamente en la nieve, como consecuencia del que se llama «flotación».



Mientras hoy se utilizan principalmente para el ocio, excursionistas y corredores a los que les gusta continuar haciéndolo en el invierno, en el pasado eran herramientas esenciales para los comerciantes de piel, cazadores y cualquier persona que necesitara moverse por áreas donde nevaba a menudo de forma severa. Incluso hoy en día, las raquetas de nieve son necesarias para guardas forestales y otros colectivos que tienen que ser capaces de moverse por áreas inaccesibles para vehículos motorizados cuando hay nieve profunda.

Las raquetas de nieve tradicionales tienen un marco de madera dura con cordones de piel. Las modernas, mayoritariamente, están hechas de metal ligero o son de una única pieza de plástico acoplada al pie para distribuir el peso. Además, suelen disponer de algunos elementos que mejoran el diseño original, como son:
  • Unión del pie a la raqueta por la puntera mediante un eje pivotante. Lo que permite levantar el talon y flexionar la rodilla sin levantar la totalidad del peso de la raqueta.
  • Pequeños crampones o cuchillas en la suela para poder caminar sobre nieve dura o hielo.
  • Alza para el talón, que hace mas descansados los ascensos al modificar la inclinación del pie.
  • Gancho delantero, que mejora el agarre en los descensos.
Para los que no se deslizan sobre esquís, la única salida aceptable son las raquetas. Aunque no son ni mucho menos un invento nuevo, han sufrido una evolución considerable desde que nuestros antepasados las usaran hechas de madera y piel. El origen y edad de las raquetas de nieve no son conocidos con precisión, aunque los historiadores creen que fueron inventadas entre el año 2.000 y el 4.000 a. C., probablemente empezando por Asia Central. Estrabón escribió que los habitantes del Cáucaso acostumbraban a adjuntar superficies planas de piel bajo los pies y en cambio, los armenios usaban superficies redondas de madera.
En los orígenes se separaron dos grupos de pioneros de las raquetas de nieve, estableciendo patrones que aún hoy en día se pueden ver. Un grupo abandonó la raqueta de nieve migrando hacia el norte, a lo que hoy es Escandinavia, eventualmente cambiando el diseño de la raqueta de nieve a lo utilizado en el esquí Nórdico de fuera de pista. El otro fue hacia el noreste, cruzando el estrecho de Bering hacia Norte América.


Raquetas antiguas.

Existen diferentes tipos de raquetas:
  • De paseo.
  • Técnicas.
  • De competición.
Las primeras tienen gran flotabilidad, son ligeras y económicas, pero tienen tracción limitada, peligrosas a media ladera, no incorporan alza ni permiten fijar el talón.
Las de competición resultan ideales para la marcha nórdica y son muy ligeras, pero tanto la tracción como la flotabilidad son muy limitadas, precisan de calzado especial para anclaje automático y ni disponen de alza ni permiten fijar el talón.
Yo recomiendo las técnicas: Facilitan un paso más natural, la tracción y el agarre lateral son buenos, incorporan alza y permiten fijar el talón. El único inconveniente es el precio, pero no es difícil encontrar un sitio donde las alquilen.

El tamaño de la raqueta que elijamos, debe corresponder con el peso del usuario. Lógicamente, cuanto más pequeña sea menos pesará y menos estorbará para andar, pero puede no servirnos para nada si no la elegimos adecuada a nuestro peso. Los materiales excesivamente ligeros suelen ser menos resistentes.



En cuanto al método de uso, realmente no es nada complicado. Hay que acostumbrarse a andar con unos “pies” más anchos de lo normal, e intentar no trabarse, levantando los pies un poco más.
En subidas y llaneos, la fijación en posición suelta es lo más recomendable. Hay modelos que incorporan un alza en el talón para subidas pronunciadas, pero aún así, las pendientes deberán afrontarse en zig-zag, la mayoría de las veces, o a la manera de los esquiadores de fondo (dirigiendo las puntas hacia el exterior) si es una subida corta.
En bajadas o tramos delicados, es recomendable llevar la raqueta en posición fija, para evitar sustos y tener mayor control de los pasos que damos, lo que tenemos que eludir siempre los raqueteros, son las medias laderas.
Por último, los bastones son una parte imprescindible del equipo y van íntimamente unidos a las raquetas, ya que nos permiten guardar el equilibrio y ayudarnos en la progresión.




martes, 22 de noviembre de 2011

PROGRESIÓN EN VÍAS FERRATAS


Comencé a redactar entradas en el blog dando por hecho que toda persona que accediera a él, ya sabía qué es una vía ferrata. Debería haber empezado con unas nociones básicas sobre el tema, pero como nunca es tarde si la dicha es buena, allá voy:

Una vía ferrata es un itinerario deportivo tanto vertical como horizontal (flanqueo) que recorre paredes o macizos rocosos y que está equipado con diverso material como grapas, clavijas, presas, pasamanos, cadenas, sirgas, puentes colgantes y tirolinas, con el fin de facilitar la progresión para llegar a zonas de difícil acceso para senderistas o personas no habituadas a la escalada.
La seguridad del usuario corre a través de la sirga de acero que va en todo momento paralelo a la vía, así como del arnés con disipador de energía y doble anclaje en "Y" especial para ferratas.

La primera vía ferrata se instaló en Austria, en 1843, con la intención de hacer la cima del monte Hoher Dachstein más accesible.


Monte Hoher Dachstein

Durante la I Guerra Mundial (1914-1918), el macizo de los Dolomitas situado en el norte de Italia, fue una zona muy castigada por los combates; la conquista de cualquier punto elevado era vital para controlar desde arriba los movimientos del enemigo. Con fines militares, las paredes de esta zona fueron equipadas con puentes, pasamanos y escalas, e incluso se excabaron túneles con el fin de protegerse. Al finalizar la guerra, se restauraron estas instalaciones con fines de uso deportivo y de ocio creando tal afición, que se construyeron otras nuevas, extendiéndose este nuevo deporte por países como Austria, Alemania, Francia, Eslovenia y Andorra, donde existen más de medio millar de vías ferratas.
En España, aunque el auge de este deporte comenzó en la década de los noventa, la primera vía se instaló en 1881: las Clavijas de Cotatuero, en el Parque Nacional de Ordesa y Monteperdido. Las clavijas fueron instaladas  a instancias de un cazador inglés por dos herreros de Torla:  Bartolomé Lafuente y Miguel Bringola.


Material necesario para realizar una ferrata:
  • Casco: Imprescindible. Nos protege tanto por desprendimientos de rocas, como por una posible caída.
  • Arnés: Mejor uno regulable en las piernas. Esto facilita el ponérselo independientemente de la ropa que use en cada estación.
  • Disipador de energía con doble anclaje en Y: En caso de caída amortiguará el golpe. Existen diferentes tipos. Está terminantemente prohibido hacer una vía ferrata sin este elemento.
  • Tercera baga: No es indispensable, pero en algunos momentos proporciona seguridad, y permite descansar.
  • Ocho y cuerda: Sólo si queremos regresar rapelando.
  • Guantes: Muy recomendables. Como las clavijas y grapas son de hierro, sirven para protegerse y evitar daños en las manos.
  • Calzado: Se recomienda que sea cómodo pero con suela gruesa y antideslizante.

Disipador para ferratas

Avanzaremos siempre con uno de los dos mosquetones del disipador anclado. Nunca hacer un cambio del disipador con los dos mosquetones a la vez. Asegurarse que los mosquetones siempre se cierran, ya sean semi-automáticos de vía ferrata como los de rosca de la tercera baga. Los dos mosquetones del disipador que estén contrachapados. Es decir, los cierres-roscas uno hacia cada lado, en sentidos distintos. Porque si hay roce con la roca, pueda abrirse solo uno de ellos.
Con disipadores de placa, la cuerda sobrante que ha de correr en caso de disiparse, ha de estar suelta totalmente. No hay que enrollarla en ninguna parte porque entonces no disiparía. Suele haber unos ganchos de plástico para que no moleste la cuerda sobrante y que saltan en caso de caída. Nunca deben ir dos personas ancladas en el mismo tramo de cable, es decir, entre anclaje y anclaje del cable de vida a la pared. Sobre todo en tramos verticales, ya que si cae el primero arrastraría al segundo.
Evitar tirar piedras al progresar, ya que habrá más gente subiendo. En caso de haber piedra suelta, ir lo más cerca posible del predecesor para poder esquivar las piedras grandes que caigan antes de que cojan velocidad. Si hay anillas o baldas pequeñas donde no cabe toda la mano, son para los pies. No meter los dedos porque en caso de caída pueden amputarse las falanges por palanca.


Revisando que el equipo está en perfectas condiciones antes de afrontar la ferrata

Lo más importante es ir seguro en cada paso, por tanto no se ha de hacer las cosas deprisa. En la montaña se suele decir que la "prisa mata". Hay que avanzar con pies y manos sobre los peldaños de hierro e ir pasando el disipador por el cable de vida. Esto es lo básico. A veces no hay peldaño de hierro, así que se tendrá que usar la roca directamente. De hecho, es lo ideal, cuanto más agarre a la roca mejor, aunque esto suele pasar pocas veces si hay peldaños puestos.
Si se quiere descansar a mitad de un tramo, buscar una posición cómoda y/o anclarse de la tercera baga para relajar brazos. Siempre mirad a los que te siguen si también están en situación cómoda antes del descanso. En la medida de lo posible, no cogerse al cable de vida, porque no esta puesto para ello y es muy cortante.


Los mosquetones del disipador siempre es mejor llevarlos por encima de los brazos y cintura, porque sino suelen quedarse atrás y hay que retroceder un paso. En tramos desplomados, es muy útil la tercera baga para quedarse colgado y poder utilizar los brazos para pasar el disipador en el cable de vida o para afrontar el siguiente paso. La tercera baga se suele poner en el peldaño más arriba que se llegue. Luego con un brazo se hace la fuerza de subir, quitar la baga, avanzar pies, avanzar mano y volver a poner la baga cuando ya no se pueda mantener más la fuerza.
En tramos de flanqueo donde no hay donde poner los pies, lo mejor es utilizar de nuevo la tercera baga para poner las plantas de los pies en la pared y hacer fuerza con la cadera hacia afuera, así también descansan los brazos. Incluso se puede progresar así, arrastrando el mosquetón de la tercera baga por el cable de vida. Cuando haya que pasar disipador y baga al siguiente tramo del cable de vida, tocará hacer fuerza de brazos de nuevo.

Ya solo recomendar, que no es un deporte muy apropiado para personas que sufran vértigo, y que la primera ferrata que realicéis, sea acompañados de un guía ó de alguien con suficiente experiencia, que os pueda dar la oportuna formación práctica, para manejaros de forma autónoma por este tipo de recorridos.




martes, 15 de noviembre de 2011

FERRATA CUBILILLO OS FILS


Como os prometí en la entrada de Riglos, aquí estoy de nuevo para comentar la vía ferrata que hay en dicha localidad.
Esta ferrata me encanta. No es que le tenga un cariño especial por ser la que me inició en este deporte, sino porque es muy completa: para llegar a los pies de la vía hay un trekking de más de una hora durante el cual podremos disfrutar de los Mallos y el espectacular vuelo de los buitres leonados, y una vez realizada la ferrata, el descenso a través de la Peña Don Justo es muy divertido, como una segunda ferrata.


Vista de los Mallos desde la primera repisa.

En esta ocasión además de Agus, estuve acompañado de Santi, un buen amigo desde hace muchos años, al que la montaña le ha enganchado también.
Dejamos el coche en el parking, y tras el obligatorio cafecito en el Refugio, ascendemos por la pronunciada calle José Antonio. Una vez llegamos a la plaza, nos dirigimos a la derecha por el camino de Figonero, marcado como GR-1 que pronto será de tierra. Avanzamos siguiendo el GR, cruzamos una pequeña balsa artificial y el camino se hace más ancho.
Al fondo vemos claramente la Peña Don Justo y a la izquierda la Pared de los Buitres.


Peña de Don Justo y Pared de los Buitres.

Llaneamos por esta ancha pista hasta que un indicador nos desvía a la derecha, hacia el riachuelo y la Peña, indicado "Mirador de los Buitres y clavijas"  (Ojo! hay que estar atento, no está muy visible). Cruzamos el río y continuamos siempre hacia el sur, y al rato llegamos a otro desvío que indica Fuente de los Clérigos y Mirador Cubilillo. 


Desvío hacia la ferrata.
Los chupones de hielo dan muestra de la temperatura que había.

Tomamos la derecha, pasamos el Tornillo y seguimos de frente. Cuando parece que dejamos las paredes más verticales atrás, hay un pequeño desvío a la izquierda (también hay que estar atentos, no está indicado), lo tomamos y nos preparamos el equipo.


Agus y yo listos para comenzar.

Una vez preparados, subimos por una muy empinada cuesta hasta una repisa en la roca, el inicio de la ferrata.
Esta vez treparemos a través de clavijas en vez de grapas. Parece que no cambie mucho, pero a la práctica es bastante diferente ascender por estos pequeños salientes lisos de hierro, en vez de hacerlo por las grandes, confortables y antideslizantes grapas de acero corrugado, típicas de vía ferrata.

Comenzamos ascendiendo alternativamente tramos verticales intercalados por pequeñas repisas. La ferrata tiene un par de pasos bastante verticales y aéreos a partir de aquí y especialmente en el segundo tramo aumenta la sensación de altura.










Desde aquí ya vemos el pequeño mirador de los buitres que nos espera en la cima a mano izquierda. La salida de las clavijas es por un paso con un pequeño techo, fácil, equipado con clavijas y cable de seguridad.
Una vez arriba, almorzamos junto al mirador.


Agus y Santi reponiendo fuerzas.


A partir de aquí, se nos abren varias posibilidades de descenso:
- Rapelar por la propia ferrata.
- Bajar por el camino equipado de la Peña Don Justo.
- Caminar por el GR-1 hacia el Collado de Santo Román (opción más larga).
         
Nosotros elegimos la segunda. El camino está muy bien equipado, pero es necesario asegurarse tal y como reza el cartel.





Comienza el camino en fuerte descenso entre árboles y arbustos a los que hay que agarrarse hasta que tocamos roca y empieza la sirga de seguridad.

El recorrido es muy ameno, dispone de una gran escalera metálica, e incluso un pequeño puente nepalí.






El regreso al pueblo, se realiza por el mismo camino por el que hemos venido.




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